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Consejos prácticos para no caer en la trampa de los azúcares añadidos

Cuando recorremos los pasillos del supermercado, nos encontramos con una avalancha de opciones alimenticias, muchas de las cuales contienen azúcares añadidos que pueden pasar desapercibidos si no leemos detenidamente las etiquetas.

Así que revisemos en esta nota algunos consejos prácticos para identificar y evitar estos azúcares procesados, brindándote las herramientas necesarias para tomar decisiones más saludables en tu alimentación diaria.


1. Información nutricional: El secreto está en los detalles


Al tomar un producto de los estantes, el primer paso debe ser dirigir la mirada hacia la sección de información nutricional en la etiqueta.


Veamos un ejemplo directo:


Supongamos que eliges dos yogures para decidir cuál comprar. El yogurt A muestra 14 g de azúcares por 100 g, pero al observar la lista de ingredientes, descubres que el azúcar es uno de sus componentes. Este es un claro indicio de azúcares añadidos. En cambio, el segundo yogurt, al que llamaremos B, con 5 g de azúcares por 100 g, revela a través de la etiqueta de ingredientes que solo contiene leche y fermentos lácteos. Aquí, la lectura inteligente del etiquetado nos permitiría distinguir entre azúcares naturales y añadidos, dado que el yogurt B contiene naturalmente hasta 5 g de azúcar proveniente de la lactosa.


2. Tamaño de la porción: ¿Cuánto estás realmente consumiendo?

Un aspecto que a menudo se pasa por alto es el tamaño de la porción. La información nutricional está basada en una porción específica, por lo que debes tener en cuenta si el envase contiene más de una porción. Así que, antes de disponerte a disfrutar de cualquier producto, verifica cuántas porciones realmente estás consumiendo.


Por lo tanto, al evaluar la información nutricional, considera no solo los valores por porción, sino también cómo estos se traducen en tu alimentación diaria cuando consumes múltiples porciones.


3. Lee entre líneas: Azúcares ocultos en alimentos procesados

Cuando tenemos ciertas intolerancias alimenticias, como la intolerancia a la fructosa, la lectura detallada de las etiquetas se convierte en una herramienta importante para tomar decisiones saludables y que no afecten nuestra salud. Incluso productos que presumen de "0% azúcares añadidos" pueden esconder azúcares ocultos que podrían afectar negativamente a aquellos con sensibilidades específicas. Así que, es necesario ir más allá de las promesas en el empaque y examinar minuciosamente la lista de ingredientes.


4. Identificando azúcares añadidos: Más allá de la palabra "azúcar"


En la detallada lista de ingredientes de los productos alimenticios, el azúcar añadido se presenta de diversas formas, dando lugar a un auténtico “juego de palabras” que requiere una atención especial para identificar estos azúcares camuflados. Más allá de la simple mención de "azúcar" en la información nutricional, nos encontramos con una variedad de términos que incluyen glucosa, sacarosa, dextrosa, jarabe de glucosa, fructosa, entre otros (la lista es infinita). Cada uno de estos nombres representa diferentes formas de azúcar, y reconocerlos es lo ideal para comprender plenamente la composición nutricional de un producto.


Evitar la trampa de los azúcares añadidos se basa en educarnos sobre la información nutricional y ser conscientes de algunas estrategias de marketing. Leer las etiquetas de manera inteligente te coloca en el asiento del conductor de tu salud, permitiéndote cultivar mejores hábitos alimenticios.


Entonces, ya sabes lo que debes hacer en tu próxima visita al supermercado.




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